lunes, 27 de diciembre de 2010

"Escaneado el cerebro enamorado: El amor duele"

porque es fuerte el amor
como la muerte,
tenaz, como el sol, la celosía.
Flechas de fuego son sus flechas,
Sus llamas, llamas de Yavé

El Cantar de los Cantares
(h. 900-300 a. de G.)
(Fisher. 2004. Pág. 69)

Helen cuenta haberse pasado los últimos 30 a 40 años leyendo artículos y estudios, para tratar de entender que es lo que pasa cuando vivimos el estado del amor romántico, y por otra parte, leyendo poesía romántica, pues piensa que en ella podemos ver reflejado como es que nuestros cerebros sienten está experiencia.

La “patología” del amor romántico

En primer lugar, la persona adopta lo que podríamos llamar: “un significado especial”. El mundo tiene un nuevo centro, nos focalizamos en esa persona, sus errores son especiales, sus defectos son especiales, sus virtudes son especiales, su forma de abrir la puerta especial, su forma de caerse es especial, la forma en que te mira es totalmente distinta a la forma que te mira cualquier otra persona, etc. Todo sobre esa persona es especial. Nos llenamos de energía, podemos hablar todo el día de esa persona y caminar toda la noche sin cansancio. Si algo sale mal con esa persona, de inmediato estamos con “depre”, desarrollamos una increíble dependencia emocional: ansiamos sus llamadas, pasamos horas esperando verla pasar por el parque, horas pegados en el Facebook esperando su próxima actualización de estado, y otras tantas rogando que se le ocurra concedernos un twitteo. Nos volvimos guardianes de aquella persona, tenemos que saber todos sus pasos, lo que hace durante el día (la psicopatemos en el Facebook). Nos encontramos habitualmente motivados a hacer cualquier cosa por ganarnos el amor de nuestro ser especial.



El amor es como la fiebre, aparece y se va, muy o bastantemente independiente de nuestra voluntad. Todas estas características, nos sugieren que el sistema dopaminergico es que el que está involucrado en el amor romántico (y que recordemos este es el sistema de recompensa del cerebro). Examinemos cuáles neurotransmisores son los que están involucrados:





1.Dopamina: “Veamos el caso de la dopamina. Unos niveles elevados de dopamina en el cerebro producen una gran concentración de la atención, así como una motivación inquebrantable y una conducta orientada a un objetivo. Estas características son clave para el amor romántico. Los amantes se concentran intensamente en el amado, excluyendo a menudo todo lo que les rodea. De hecho, se concentran de tal modo en las cualidades del ser amado que pasan por alto fácilmente sus características negativas, adorando incluso las experiencias y los objetos específicos que han compartido con la persona amada.

Por otra parte, las personas locamente enamoradas consideran al amado como algo novedoso y único. Y la dopamina ha sido asociada con el aprendizaje de los estímulos novedosos''. (Fisher. 2004. pág. 70)

“La intervención de la dopamina puede incluso explicar por qué los hombres y mujeres enamorados se vuelven tan dependientes de su relación romántica y por qué ansían la unión emocional con su amado. La dependencia y el ansia son síntomas de adicción, y todas las adicciones importantes están asociadas con altos niveles de dopamina. ¿Es el amor romántico una adicción? Sí, creo que sí lo es; una feliz dependencia cuando el amor es correspondido y una ansiedad dolorosa, triste y a menudo destructiva cuando se ve rechazado.

En efecto, la dopamina puede ser el combustible que alimenta los denodados esfuerzos del amante cuando éste siente que su relación amorosa está en peligro. Cuando la recompensa se demora, las células que producen la dopamina en el cerebro aumentan su trabajo, bombeando mayores cantidades de este estimulante natural para proveer de energía al cerebro, centrar la atención e impulsar al afectado a luchar más aún por alcanzar su premio: en este caso, ganarse el corazón de la persona objeto de su amor". Dopamina, tu nombre es perseverancia.” (Fisher. 2004. Pág. 71)

2. Serotonina: "Los amantes son obsesivos. Y los médicos que tratan a pacientes con todo tipo de trastornos obsesivo-compulsivos recetan inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) como el Prozac o el Zoloft, sustancias que elevan los niveles de serotonina en el cerebro. Ésta es la razón que me ha llevado a sospechar que las cavilaciones continuas, involuntarias e irresistibles del amante sobre la persona de la que está enamorado podrían asociarse con unos niveles bajos de alguna de las formas (existen al menos catorce tipos) que adopta este compuesto químico.

Mi razonamiento no carece de base. En 1999, unos científicos italianos estudiaron a sesenta individuos: veinte eran hombres y mujeres que habían estado enamorados en los seis meses anteriores; otros veinte sufrían trastornos obsesivo-compulsivos (TOe) no tratados y otros veinte eran individuos normales y sanos que no estaban enamorados y que se utilizaron como grupo de control. Tanto los participantes enamorados como los que sufrían TOe presentaron niveles significativamente menores de serotonina que los del grupo de control'” (Fisher. 2004. pág. 72)

3. Vasopresina: “Los científicos comenzaron a examinar este sistema cerebral del apego hace décadas, cuando el psiquiatra británico John Bowlby formuló que los humanos han desarrollado un sistema innato del apego que está integrado por unas conductas y unas respuestas fisiológicas específícas. Pero hasta hace poco los científicos no han empezado a comprender qué sustancias químicas cerebrales producen este sentimiento de fusión con una pareja de larga duración.

Actualmente la mayoría creen que la vasopresina y la oxitocina, hormonas estrechamente relacionadas entre sí y fabricadas principalmente en el hipotálamo y en las gónadas, producen muchas de las conductas asociadas con el apego.” (Fisher. 2004. pág. 108)(En resumen, el ser obsesivos y se guardianes de la pareja está asociado con la vasopresina)

El amor romántico, no es “una emoción”, sino que algo mucho más profundo. Viene de debajo de las emociones en el cerebro, es decir, es un impulso, y uno muy potente, más que el deseo sexual. Si alguien no quiere tener sexo contigo, habitualmente no te afecta tanto como para matarte, pero sí que sucede bastante seguido el acometer en acto de suicidio o en homicidio cuando el amor no es correspondido. Es un impulso para ganar el gran premio de la “pareja perfecta”.

El amor duele

Todos o casi todos hemos sido víctimas del “pucha, es que me gusta otra persona, pero igual podemos ser amigos =)”, es decir, que todos o casi todos hemos sido rechazados en el amor. ¿Y qué pasa en el cerebro cuando las personas son rechazadas en el amor? Pues bien, Fisher y su equipo también introdujeron a personas que decían haber sido rechazadas en el amor a un escáner, para poder observar sus cerebros, y la actividad cerebral de las personas rechazadas en el amor, sigue el mismo patrón que el de las personas que son víctimas de una adicción. Se verifico la actividad de varias zonas, entre ellas: tres áreas asociadas a la ansia, adicción y deseo intenso; una asociada a un amor romántico intenso; un área asociada a sentimientos profundos de apego; y un área asociada al dolor, pero no solo al “dolor emocional”, sino que al dolor físico (sí, el amor duele).

En fin, en la (o las) próxima entrega seguiremos hablado sobre como evoluciono este sistema cerebral y del “por qué nos enamoramos de esta persona y no de esta otra”.

*”También se cree que la dopamina está involucrada en la motivación, la recompensa y el refuerzo, y muchas drogas de abuso funcionan afectando las sinpasis dopaminérgicas en el SNC” (Neurociencia. Purves et al. 3ª edición. Editorial Panamericana. Pág 161)


*Según la Wiki: La dopamina tiene muchas funciones en el cerebro, incluyendo papeles importantes en el comportamiento y la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, la regulación de la producción de leche, el sueño, el humor, la atención, y el aprendizaje.

Las neuronas dopaminérgicas (es decir, las neuronas cuyo neurotransmisor primario es la dopamina) están presentes mayoritariamente en el área tegmental ventral (VTA) del cerebro-medio, la parte compacta de la sustancia negra, y el núcleo arcuato del hipotálamo.

Las respuestas físicas de las neuronas dopaminérgicas son observadas cuando una recompensa inesperada es presentada. Estas respuestas se trasladan al inicio de un estímulo condicionado después de apareamientos repetidos con la recompensa. Por otro lado, las neuronas de dopamina son deprimidas cuando la recompensa esperada es omitida. Así, las neuronas de dopamina parecen codificar la predicción del error para resultados provechosos. En la naturaleza, aprendemos a repetir comportamientos que conducen a maximizar recompensas. La dopamina por lo tanto, como se cree, proporciona una señal instructiva a las partes del cerebro responsable de adquirir el nuevo comportamiento. La diferencia temporal del aprendizaje proporciona un modelo computacional describiendo cómo el error de predicción de neuronas de dopamina es usado como una señal instructiva.”

(No olvide visitar la primera parte: http://sinapsis-social.blogspot.com/2010/10/deseo-romance-y-apego-el-impulso-para.html ) Comente y comparta ^.^
Fuentes:
- Neurociencia. Purves et al. 3ª edición. Editorial Panamericana.
-Por qué amamos. Helen Fisher, Editorial Taurus. 2004
-Wikipedia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario