lunes, 27 de diciembre de 2010

"Deseo, romance y apego: El impulso para amar"

El miércoles 8 de Septiembre pasado, la Doctora Helen Fisher vino al teatro Nescafé de las Artes a hablarnos sobre el amor. La cita empezó con complicaciones, la traducción simultánea fallo (los aparatos no lograban sintonizar la traducción adecuadamente) y finalmente se tuvo que recurrir a la traducción continua, para que todos pudieran entender la conferencia. Sin embargo, inesperadamente, ante los abucheos de los que no quedaron muy contentos con la solución, Helen y la traductora, se complementaron con un buen “feeling”, amenizando lo que muchos esperábamos iba a ser una lata con L mayúscula.


"El buen amor vive en estado de necesidad" /Platon "

¿Por qué nos casamos? ¿Por qué nos divorciamos? ¿Por qué nos enamoramos de esta persona y no de esta otra? Estas son las interrogantes que Helen Fisher se propone responder, y para esto, que mejor que meterse a explorar el cerebro. Las personas viven por el amor, matan por el amor y mueren por el amor; componen canciones, poemas, obras teatrales, hacen películas, danzan, construyen monumentos, escriben libros, desatan guerras, crean mitos y leyendas, y mucho más por el amor.

Los antropólogos no han encontrado grupo humano en que el amor no esté presente, cada cultura tiene sus propios modos para expresar este sentimiento, tan natural como el miedo o la repulsión, que se puede manifestar en cualquier momento de la vida sin importar el género o la orientación sexual. El amor no discrimina.

Todo esto llevo a pensar a Helen, que esta era una experiencia humana universal, y pues bien, si es así, lo que sea que la permita, debe ser común a todos nosotros también. Lo que hicieron fue lo siguiente:



“Fisher and her colleagues have put 49 people into a brain scanner (fMRI) to study the brain circuitry of romantic love: 17 had just fallen madly in love; 15 had just been dumped; 17 reported they were still in love after an average of 21 years of marriage. One of her central ideas is that romantic love is a drive stronger than the sex drive. As she says, “After all, if you causally ask someone to go to bed with you and they refuse, you don’t slip into a depression, or commit suicide or homicide; but around the world people suffer terribly from rejection in love.”

Básicamente, buscar cuáles eran las bases neuroanatómicas que se activan en el estado de enamoramiento. Esto fue lo que encontraron




Esa pequeña zona en la base del cerebro se llama “área ventral tegmetal”, en la cual encontraron actividad de las células APEN, células que producen dopamina y que la rocían en muchas partes del cerebro. Esta zona es parte del sistema de gratificación del cerebro, zona asociada al deseo, motivación, enfoque y ansias; también es la zona que se activa en las personas adictas, por ejemplo, a la cocaína. Sí, el amor romántico es una adicción, y lo terrible de este sistema de gratificación para muchos, es que cuando no podemos acceder a aquello que queremos, trabaja con más intensidad, es decir, que la ansiedad, la obsesión y la desesperación por aquello que queremos, es más fuerte.

Esta base fisiológica, habría evolucionado para dar pie a tres sistemas distintos sobre el enamoramiento:

1. El impulso sexual asociado con la testosterona, impulso que normalmente es “multifocal”, o dicho de otro modo, nos podemos sentir sexualmente atraídos hacia muchas personas a la vez. Tal vez, el poema 1 de Neurda…

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos, 
te pareces al mundo en tu actitud de entrega. 
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava 
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra. 

Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros 
y en mí la noche entraba su invasión poderosa. 
Para sobrevivirme te forjé como un arma, 
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda. 


Pero cae la hora de la venganza, y te amo. 
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme. 
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia! 
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste! 


Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia. 
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso! 
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue, 
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.

2. El amor romántico, asociado a niveles altos de dopamina o neropinerfrina, y a niveles bajos de serotonina, de carácter “unifocal”, es decir, apasionado y obsesivo. Podría ser un extracto de “ Don Juan Tenorio”

Don Juan:
¿Alma mía! Esa palabra
cambia de modo mi ser,
que alcanzo que puede hacer
hasta que el Edén se me abra.
No es, doña Inés, Satanás
quien pone este amor en mí;
es Dios, que quiere por ti
ganarme para Él quizás.
No, el amor que hoy se atesora
en mi corazón mortal
no es un amor terrenal
como el que sentí hasta ahora;
no es esa chispa fugaz
que cualquier ráfaga apaga;
es incendio que se traga
cuanto ve, inmenso, voraz.
Desecha, pues, tu inquietud,
bellísima doña Inés,
porque me siento a tus pies
capaz aún de la virtud.
Sí, iré mi orgullo a postrar
ante el buen Comendador,
y o habrá de darme tu amor,
o me tendrá que matar.

3. Y el apego, asociado a la vasopresina y oxitocina, asociado a sentimientos de calma y unión, en el largo plazo, lo que nos habría permitido “tolerarnos”, sobre todo, en la empresa de crianza. Quizás algo como esto:

Tu cuerpo está a mi lado fácil, dulce, callado.
Tu cabeza en mi pecho se arrepiente
con los ojos cerrados
y yo te miro y fumo
y acaricio tu pelo enamorado.
Esta mortal ternura con que callo
te está abrazando a ti mientras yo tengo
inmóviles mis brazos.

Miro mi cuerpo, el muslo
en que descansa tu cansancio,
tu blando seno oculto y apretado
y el bajo y suave respirar de tu vientre
sin mis labios.


Te digo a media voz
cosas que invento a cada rato
y me pongo de veras triste y solo
y te beso como si fueras tu retrato.

Tú, sin hablar, me miras
y te aprietas a mí y haces tu llanto
sin lágrimas, sin ojos, sin espanto.


Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosas
se ponen a escuchar lo que no hablamos.

Puede que ustedes tengan mejores suguerencias…. ^.^

En la próxima entrada, seguiremos ahondando en cómo estos neurotransmisores afectan nuestra conducta y sentimientos románticos, y cómo es que esto explica hasta cierto punto, el por qué nos enamoramos de una persona y no de otra. Mientras tanto, pueden ver la Tedtalk de Helen Fisher, en la que habla sobre buena parte de lo que nos contó cuando vino a Chile. Disfruten ^-^

No hay comentarios:

Publicar un comentario