jueves, 30 de diciembre de 2010

El cerebro femenino ImprimirEnviar noticiaDisminuye letraAumenta letra

7 de mayo de 2007.- La relación de las mujeres y las hormonas ha sido causa de discusiones entre hombres y mujeres. Así como blanco de muchas bromas sexistas. Curiosamente, la doctora Louann Brizendine ha convertido ese tema en su especialidad médica. Inicialmente lo hizo como estudiante de medicina en la Universidad de Yale, luego como miembro de la facultad de la Escuela Médica de Harvard, y más adelante como directora de la Cínica de la Hormona en San Francisco.
La doctora Brizendine se ha ocupado de desarrollar lo que ella describe como una rama de la psiquiatría femenina, centrándose en la compleja interrelación que existe entre la salud mental de la mujer, las conexiones en el cerebro y su química.
Recientemente se publicaba su primer libro, "El cerebro femenino", que ella calificaba como una especie de manual femenino.
Para escribirlo, la doctora mezcla su amplia experiencia clínica con miles de estudios de investigación que han conducido otros neurocientíficos en los últimos diez años. Ella es consciente de que sus propuestas no son políticamente correctas. Sin embargo, afirma: "Creo que las mujeres percibimos el mundo de una forma completamente distinta de como lo hacen los hombres. Si las mujeres hacen caso de esas diferencias, entonces son capaces de tomar mejores decisiones acerca de sus vidas".
Sus conclusiones tienen mucho sentido común para algunos y para otros se acercan a la herejía. No sólo discute las razones biológicas por las que las chicas tienden a jugar con muñecas y no con coches, sino que además describe cuáles son los imperativos hormonales cuando una adolescente se obsesiona con mandar mensajes por el teléfono móvil o ir de compras.
La doctora Brizendine describe las razones neurológicas del porqué las mujeres piensan menos en el sexo que los hombres y cómo −en su deseo de producir bebés genéticamente superiores− pueden tener más relaciones extramaritales de lo que sus esposos imaginarían.
Además, explica cómo los cambios químicos del cerebro pueden ocasionar que una mujer que ha pasado la menopausia decida llamar a su abogado para gestionar un divorcio en lugar de a un terapeuta de parejas.
Las mujeres tienen 11% más de neuronas en la zona del cerebro dedicada a las emociones y a la memoria. Debido a que ellas cuentan con neuronas espejo son mejores al observar las emociones de otros −comenta la doctora−.
Las mujeres de hoy, a diferencia de las de mañana, y sus psiquiatras no asumirán que las diferencias cerebrales implican inferioridad. Los doctores ayudarán a las mujeres a gestionar las sutiles presiones y molestias emocionales en sus vidas. Y lo que las hace únicas −Louann Brizendine insiste− les ayudará a valorarse más. Ésa es una visión de futuro a la que pocas mujeres se opondrán.
¿Crees que los hombres y las mujeres son distintos? ¿Consideras que las diferencias entre hombres y mujeres implican superioridad o inferioridad? ¿Piensas que estudios de este tipo contribuyen a una mejor comprensión de la psicología femenina?

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