jueves, 17 de febrero de 2011

Agresividad y reproducción comparten localización neuronal

Un estudio de la Universidad de Nueva York en Estados Unidos muestra que las neuronas implicadas en la agresión ofensiva en ratones están localizadas dentro de una subdivisión del hipotálamo ventromedial y están entremezcladas con neuronas que son importantes para el apareamiento.

Los investigadores, que publican su trabajo en la revista 'Nature', han utilizado una técnica que combina óptica y genética para activar una población específica de neuronas en el cerebro de ratones que dirige la conducta agresiva.

Se sabe que en el hipotálamo existen ciertas áreas que participan en la agresividad pero la dificultad ha estribado en estimular tipos particulares de células en una población celular mezclada.

Los investigadores, dirigidos por Dayu Lin, informan que la activación de neuronas específicas en la subdivisión ventrolateral del hipotálamo ventromedial (VMHvl), estimuladas utilizando técnicas de optogenética, provoca conductas de ataque inapropiadas en los ratones macho hacia objetos inanimados y hembras de ratón. La estimulación eléctrica, que en otros mamíferos ha conducido a una respuesta similar, no induce el mismo efecto en los ratones.

Los análisis genéticos y electrofisiológicos adicionales revelan que diferentes subpoblaciones del VMHvl participan en la lucha y el emparejamiento. Las neuronas que están activadas durante la agresión se inhiben en el apareamiento, lo que sugiere una competitividad entre ambas conductas.

El trabajo debería facilitar posteriores análisis del circuito del hipotálamo, que podrían aumentar el conocimiento de cómo los circuitos neurales controlan la conducta en los mamíferos.

Fuente: europapress.es

La ciencia revela por qué es tan difícil olvidar un gran amor

Produce un “conflicto cerebral” que lo hace imborrable. Estudios de neurobiología demuestran que una relación amorosa intensa crea en el cerebro impresiones residuales que se reactivan fácilmente. Cuanta más información se grabó, más vívidos son los recuerdos.

Suspira ella, llamémosla Paula, y dice que ya pasó un año de la noche en la que se abrazaron y decidieron terminar con esa relación. Y que a pesar de haber bajado miles de veces a cavar en su tristeza, hay recuerdos que todavía se activan con el olor del aceite de oliva o con esa canción. Dice que en el cuerpo esos recuerdos se sienten como el amor –aunque nunca más distinto–: un nudo en el estómago, palpitaciones, dolor de pecho.

Lo que no sabe es que si esas imágenes insisten en volver es porque no todo depende de la voluntad de olvidar: existe un circuito neurológico que fija con más intensidad los recuerdos que fueron incorporados de la mano de un fuerte contexto emocional . Este ovillo es el que está empezando a desenredar la neurobiología para explicar por qué resulta tan difícil olvidar a un gran amor.

“Desde el punto de vista neurológico, quedarse solo durante un tiempo no ayuda a superar el fin de una relación”, dice Antoine Bechara, un neurobiólogo reconocido mundialmente por sus investigaciones sobre las funciones cerebrales que intervienen en la toma de decisiones. Se refiere a que estar solo después de una separación o tapar todo con una nueva pareja no evita que el cerebro siga enviando recuerdos .

Lo que Bechara investigó es lo que llama “conflicto cerebral”: por un lado la relación se termina; por otro, el cerebro sigue disparando imágenes y reacciones corporales. Para estudiarlo, los neurobiólogos utilizan la Resonancia Magnética Funcional, una técnica que les permite determinar qué áreas cerebrales desempeñan ciertas funciones, como el habla, el movimiento y la sensibilidad.

domingo, 6 de febrero de 2011

Sepa quién es aquel que tiene enfrente


Si usted sufre decepciones con la gente que conoce, aprenda a detectar su verdadera personalidad antes de que sea demasiado tarde. Le enseñamos un sencillo método para no volver a equivocarse. Conozca a los demás, para no se engañado ni vivir desilusiones.
La Fisiognomía Astrológica es la ciencia que estudia la forma del rostro de las personas de acuerdo a la influencia planetaria. Al margen de cuál sea el signo solar o el ascendente, nuestro aspecto está determinado por un astro y eso incide sobre la personalidad.
Si usted conoce a una persona y quiere saber cómo es, no necesita muchos datos. Tan sólo observe la forma de su cara, eso le permitirá conocer su mundo emocional, su pasado y la manera de conducirse.
SOL (mentón ancho y frente más angosta)
Formando prácticamente un triángulo perfecto ya sea el signo solar o el ascendente. Refleja a una persona que se enoja por todo y conserva el pelo hasta edad avanzada.. Las orejas son importantes y la nariz, imponente. Esta cara suele esconder duras luchas por la vida, una infancia difícil y la capacidad de incorporar sin mayores problemas virajes de rumbo súbitos y, a veces, crueles. Detrás de una expresión correcta, aun encantadora, puede ocultarse una persona que se enfurece ante la menor disensión de opiniones. También un ser dotado de una sexualidad poderosa y no acepta que le digan que no.
LUNA (cara redonda)
De temperamento apacible, quien tiene este tipo de rostro suele ser acusado de holgazán, porque acostumbra diferir sus tareas. O finge olvido para obligar a otros a ejecutarlas en su lugar, causando fastidio en quienes lo rodean. En realidad, está pidiendo a gritos que alguien le dé órdenes y le señale qué rumbo tomar. En esa cabeza tan poco angulosa, hay ideas románticas, ensueños, fantasías, de los que termina por hartarse cuando empiezan a cumplirse. Tiene un carácter llevadero, alegre y tolerante.
MERCURIO (frente ancha y mentón anguloso)
Lo más probable es que esta persona sea nerviosa y le cueste descansar. Se le hace imposible permanecer largo rato sentada frente a un escritorio. De lo que pasa a su alrededor, jamás pierde detalle. Parece que incorpora conocimientos por ósmosis. Gracias al conocimiento es que logra ubicarse en puestos de poder. Su lenguaje es ingenioso y suelto; su hablar es persuasivo. Está en todo; vende lo imposible de vender, organiza y sabe enseñar (es buen maestro). Pero… a veces se pasa al bando de los deshonestos. En general, adora conocer gente, pero le cuesta contactarse emocionalmente.
MARTE (cara cuadrada)
Todo en esta cara refleja energía. Detrás de sus gestos, se esconde una persona dispuesta a imponer su decisión a cualquier precio. Si bien hay cierta tosquedad, la sociabilidad es su fuerte ya que se aburre en soledad. Su impulsividad suele jugarle malas pasadas. En el fondo, es una criatura desvalida, que querría llevarse bien con todo el mundo, capaz de poner el hombro en la peor de las desgracias, pero que también puede estallar de furia ante la menor provocación.
VENUS
Esta cara tiene la piel tersa, joven y distendida. En las mejillas sonroja el rubor natural. Es una persona que encuentra en todos bondad y belleza. Los amigos sonríen a su vista como si contagiara su calidez. Es probable que contraiga matrimonio joven y tenga hijos. Algunas personas quieren aprovecharse de su aire ingenuo, pero pronto aprende a endurecerse y a frenar las estocadas.
JÚPITER
Quien posee este tipo de cara es una persona bendecida por muchas virtudes que la capacitan para triunfar en la vida. Los amigos que la rodean son fieles y respetables. Los negocios que emprende jamás se rozan con la corrupción ni sueña en hacer justicia con sus propias manos.
SATURNO (frente ancha, mentón y mandibulas cuadradas)
De mirada algo triste, la boca, melancólica, todo en esta persona parece arrastrar una dolorosa vida sentimental. A la hora de enojarse, prefiere la crítica mordaz o la fina ironía. No se sabe nunca si ama o no a alguien y, en general, se la ve sin compañía. Sin embargo, ve claro los problemas y los objetivos, y cuando opina es porque analizó a fondo el tema. Sus arcas suelen estar bien colmadas, aunque no nade en dinero. Su sexualidad es fuerte, pero su carácter introvertido le impide acercarse al sexo opuesto.